No quiero ser pesado, pero de verdad que la fiesta de los aficionados tunecinos en la grada en las gradas del Estadio Al Yanub está siendo todo un espectáculo. Tiene una gran ventaja: perder el primer partido produce un círculo vicioso que Argentina pagó contra México, con el equipo muy unido, y un círculo virtuoso que te obliga a cambiar: los jugadores han superado las dificultades y hoy se sienten mucho más fuertes.