Mal por meterse donde no les llamaban; bien por pedirlo por favor y sin exigencias (que ya hubiera sido el colmo). Lo más gracioso de la historia es que Nike se puso en contacto con el club que ya llevaba rayas blaugranas horizontales antes de que fueran mainstream (el Llagostera, se entiende) para sugerirles cambiar el diseño de su camiseta. Supongo que es decisión de la marca americana proveedora en la que el club no habrá tenido mucho que decir, aunque se tiran piedras contra su tejado, no les auguro un éxito en ventas.