Por su parte, el jugador se convertía en esa misma cita en el que consiguiera la mayor anotación de la historia de la liga y del club en un partido, aún vigente, con 65 puntos. El relevo aumentó a diez el récord del número de Ligas consecutivas, siendo hasta la actualidad la mejor racha firmada por un equipo español, mientras que su hegemonía en la Copa se vio frenada por el F. C. Barcelona -quien comenzó a vivir su gran época en los años ochenta- dejando para la historia unas de las más igualadas contiendas del panorama baloncestístico, junto con los producidos frente al Pallacanestro Varese.