Está diluviando cuando llego, con la productora Antonia Yamin, a Schleusingen, una pequeña ciudad en la antigua Alemania del Este. 15 años después de invadir el césped para celebrar el acceso a la Champions firma este contrato récord para confirmar que es uno de esos prototipos de jugador de una sola camiseta. Antes de que dé comienzo la temporada, las equipaciones se aprueban y quedan registradas en la aplicación. Su compañero es Tommy Frenck, un neonazi que se presenta a un puesto en el consejo local.