Anfield Road fue una caldera y los tantos de Bruno en propia puerta, Daniel Sturridge y Adam Lallana conformaron el definitivo 3-0, que aupaba a los ingleses a la final. Con la cuarta plaza en el bolsillo y la lejana eliminación en Copa, los amarillos ansiaban llegar a la final de la Europa League en Basilea, pero el Liverpool les despertó de su sueño.