En ese momento, repitió Fernando una de sus frases preferidas (¿Quién dijo rendirse?, su historia con Carlos Matallanas, Editorial Córner): «Me cago en el egoísmo» (sic). El carbón de reyes es una tradición que se remonta a los siglos XVIII y XIX. Greenwood todavía está por explotar, pero su relación con el gol lo hacen uno de los mejores prospectos de todos esos jóvenes que empiezan a sacar la cabeza.